viernes, 20 de marzo de 2009

En el ED

CATORCEAVO CAPITULO UNA VERDAD Y UN SECRETO POR DESCUBRIR
Estuve apunto e sacar mi varita pero me detuve no tenia caso la verdad después fui a la sala de jefes y vi a gabe leyendo una carta, la salude pero se asusto y tiro su carta pero la recogió rápidamente pero se puso como nerviosa solo me decía que pasa magicari y le pregunte que leía y me dijo que nada y se fue.
Que le pasa me puse a pensar no prestamos atención y me fui a la clase de Defensa Contra las artes Oscuras con la Ministra que esta temporalmente:No enseño sobrte los vampiros Un vampiro es, en la cultura popular de varios países, una criatura que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo. La palabra "vampiro" viene de las lenguas eslavas (del alemán vampir, que se deriva del polaco temprano vaper y éste a su vez del eslavo arcaico oper; con raíces indoeuropeas paralelas en el turco y en el persa). Significa a la vez "ser volador", "beber o chupar" y "lobo", además de hacer referencia a cierto tipo de murciélago. Durante la expansión del Romanticismo en Europa, la principal reacción al periodo previo de Ilustración enciclopédica y racionalista, el vampiro se convirtió en una temática común y pasó de la leyenda oral a los castillos y los salones elegantes.
Otros nombres son vurdalak (ruso moderno), vrolok (eslovaco), strigoï o strigoiul (rumano moderno), bukolako o vukodlak (serbio), upiro (polaco), nosferatu (del griego nosophoro (νοσοφορος), portador de enfermedad) vampyrus (latín) y Kyuuketsuki (吸血鬼) o Kuei-jin en japonés.
Fueron humanos mortales, pero ahora están en un estado no exactamente vivo pero tampoco muerto, de ahí que se les llame no-muertos.
Se alimentan de la sangre de sus víctimas (antiguamente no se centraba concretamente en la sangre como base de su alimento, sino en el "fluido vital" de los humanos, algo tan etéreo como el alma, pero que nuestra sociedad identifica con la sangre.)
Poseen grandes caninos (colmillos).
No se reflejan en los espejos. Esto no se cumple con el vrykolakas griego, que sí se refleja en ellos.
Son débiles al agua fluyendo como la de ríos.
Se pueden alejar con ajo, pues lo odian por su fuerte olor. En algunas tradiciones, también pueden ser alejados con rosas silvestres.
En cuanto al aspecto:
Según algunas culturas, un muerto desenterrado era considerado vampiro si su cuerpo parecía hinchado y le salía sangre de la boca o la nariz. También si notaban que sus uñas, pelo y dientes eran más largos que cuando había sido enterrado.
En Transilvania (Rumanía) se consideraba que los vampiros eran flacos, pálidos, y poseían unas largas uñas.
En Bulgaria se les puede reconocer por poseer un solo agujero en la nariz.
Según algunas culturas, tienen la posibilidad de transformarse en murciélago, rata, lobo o niebla. Sin embargo, la forma que más referenciada ha quedado en la cultura popular es la del murciélago.
Aunque en general se supone que la luz del sol mata a los vampiros, en algunas culturas los vampiros no solo pueden resistir la luz del sol, sino que en algunos casos se habla de vampiros que habían viajado a otro pueblo y llevaban una vida normal. En la novela de Bram Stoker, Drácula, el vampiro puede caminar bajo la luz del sol, si bien sus poderes se ven seriamente mermados durante el día.
En cuanto a la muerte:
En algunas culturas, al cadáver sospechoso de ser un vampiro se le atravesaba el pecho con un gran clavo o estaca, de forma que quedara clavado al ataúd y por tanto atrapado en el mismo.
Otro sistema para deshacerse de un vampiro consistía en darle la vuelta para que quedara boca abajo. De esta manera, cuando el vampiro intentara salir al exterior, lo que haría sería enterrarse aún más.
Derivada de la costumbre de clavar al vampiro en el ataúd, existía la creencia de que se podía matar al vampiro clavándole una estaca en el corazón.
El sistema más popular según algunos relatos para deshacerse de forma definitiva del vampiro consistía en cortar su cabeza, llenar la boca de ajos, quemarlo y arrojar las cenizas a una corriente de agua.
En algunas zonas de Centroeuropa, existe la creencia de que el vampiro es un ser lujurioso que vuelve al lecho conyugal y deja embarazada a su esposa. De esta relación nacía un niño de características especiales (que varían en cada región), que se conocía como dhampiro.
Proyecta sombra, aunque la mueven a placer y según la acción que realicen. Algunos, sin embargo, no poseen dicha sombra.
Algunos, sin sangre, pueden sufrir de amnesia por un momento.
Tienen una afinidad natural con la magia, en especial con la magia negra y concretamente la necromancia, capaces de dominarla con mucha más facilidad que el hechicero humano más diestro.
La causas de que un humano se transforme en vampiro son muchas y muy variadas, dependiendo de cada región. Según las tradiciones eslava y china, se temía que un cadáver pudiera transformarse en no-muerto si pasaba por encima de él un animal, especialmente un perro o gato. También corría este riesgo un cuerpo que no hubiera sido debidamente tratado hirviéndolo en agua. En Rusia se decía que los vampiros eran brujas o personas que se habían rebelado contra la Iglesia mientras estaban vivos.
Existen numerosos y variados rituales que se utilizaban para identificar a un vampiro. Uno de los métodos para localizar la tumba de uno consistía en guiar a un muchacho virgen montado en un caballo también virgen a través de un cementerio; el caballo se negaría a avanzar sobre la tumba en cuestión. Generalmente se requería que el caballo fuera negro, aunque en Albania era necesario que fuera blanco. Que aparecieran agujeros en la tierra sobre la tumba era tomado como un signo de vampirismo.
Se decía que un cadáver que se pensaba que era un vampiro poseía un aspecto más saludable de lo esperado, mostrando piel sonrosada y pocos o ningún signo de descomposición. En algunos casos, cuando se abrían las tumbas sospechosas, se podía encontrar que el cadáver tenía sangre fresca de una víctima manchando su cara. Otra evidencia de la actividad de un vampiro en la localidad incluía la muerte del ganado, de familiares y conocidos. Algunos podían hacer evidente su presencia mediante pequeños actos similares a los de un poltergeist, tales como mover muebles de la casa.
Hay muchos objetos, sagrados o mundanos, capaces de alejar a los no-muertos y que son comunes en las leyendas sobre vampiros, como el ajo o el agua bendita. Estos objetos varían de región en región; se dice que una rama de rosa silvestre o de espino puede dañar al vampiro; en Europa, esparcir semillas de mostaza en el tejado se decía que los mantiene alejados. Otras formas de protección incluyen objetos sagrados, por ejemplo un crucifijo, un rosario, o agua bendita. Se dice que un vampiro no puede caminar por un terreno consagrado, como iglesias o templos, o cruzar una corriente de agua. Aunque no se considera como un objeto de protección, los espejos han sido utilizados para alejar a los vampiros cuando se situaban en una puerta, mirando hacia afuera (los vampiros no poseen un reflejo y, en algunas culturas, carecen de sombra, tal vez como una manifestación de la carencia de un alma del vampiro). Este atributo, aunque no es universal (el vampiro griego vrykolakas/tympanios poseía tanto sombra como reflejo), fue utilizado por Bram Stoker en Drácula y ha mantenido su popularidad gracias a las diferentes novelas y películas. Algunas tradiciones sostienen que un vampiro no puede entrar en una casa hasta que es invitado por el dueño, pero que una vez es invitado puede entrar y salir a placer. Aunque los vampiros tradicionales se consideraban más activos durante la noche, generalmente no se consideraba que fueran vulnerables a la luz del sol.
Los métodos para la destrucción del vampiro variaban, siendo clavar una estaca el método más citado, particularmente en las culturas eslavas al sur. El fresno era la madera preferida en Rusia y en los estados bálticos, el espino en Serbia, y el roble en la región de Silesia. La estaca solía clavarse en el corazón de los cadáveres sospechosos de ser vampiros, aunque se apuntaba a la boca en Rusia y en el norte de Alemania, y al estómago en el noreste de Serbia. Atravesar la piel del pecho era una manera de "desinflar" al vampiro hinchado; es similar al acto de enterrar objetos afilados, como hoces, junto al cadáver, de forma que penetrara en la piel si el cuerpo se hinchaba lo suficiente mientras el cuerpo se transformaba en un no-muerto. La decapitación era el método preferido en las áreas germanas y eslavas del oeste, enterrando la cabeza junto a los pies, tras las nalgas o alejada del cuerpo. La verdad no tendría caso continuar pues es una historia larguísima es un tema que nos tomaría 10 capítulos mínimo así que la ministra no dejo de tarea buscar si en nuestra familia hay un vampiro varios dijeron que no ya que si sabian que existe una descendiente de vampiros los matarían, ene so gabe tomo sus cosas y se fue sin decir nada yo me acerque a la ministra y le dije que no se de mi familia no se mi árbol genealógico y me recomendó ir al sótano a buscar el libro de las épocas otra vez el libro donde se guarda la historia y busque mi nombre y saldrá mi árbol genealógico y fui

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